La ingestión de cuerpos extraños (huesos de pollo, espinas de pescado, monedas, etc.) son problemas frecuentes, entre el 80 y 90% de los cuerpos extraños ingeridos pasan en forma espontánea através del aparato digestivo, del 10 al 20% requieren extracción no quirúrgica por medio de un estudio endoscópico (introducción de minicámara para visión del esófago, estómago y la parte proximal del intestino delgado) y solo el 1% requieren cirugía abierta. El método de extracción dependerá del tamaño y características físicas del objeto ingerido además de la premura con la cuál se acude con el médico. Estos accidentes son muy frecuentes en los niños (de 6 meses a 3 años de edad). La mayoría de las obstrucciones se presentan a nivel del músculo cricofaríngeo (en el parte superior del esófago) y en la válvula ileocecal (en la unión del intestino delgado con el intestino grueso), cuando los objetos son metálicos con filo o punta (inclusive un palillo de dientes de plástico o madera) el riesgo de una perforación del esófago, del estómago o del intestino delgado o grueso es mayor.
Los factores que favorecen la ingestión de cuerpos extraños son múltiples: retraso mental o trastornos psiquiátricos, estados alterados de conciencia (alcoholismo o drogas), el uso de prótesis dentales flojas y estenosis esofágicas, etc. Las molestias son rechazo al alimento, salivación, dolor al tragar los alimentos, sensación de cuerpo extraño y dificultad para respirar. Si se hincha el cuello y se llena de gas probablemente este perforado el esófago (siendo esto muy grave), si hay dolor abdominal u obstrucción (bloqueo) intestinal debe de operarse obviando el estudio endoscópico. Siempre debe efectuársele estudios para estar seguros de que no hay bloqueo u obstrucción de las vías aéreas (necesarias para respirar). El efectuar una tomografía axial computada (TAC) con medio de contraste hidrosoluble es el estudio más adecuado para descartar que se haya perforado el esófago. El tratamiento debe ser individualizado (según cada caso). Un cuerpo extraño no debe permanecer más de 24 horas en el esófago después de la ingestión porque las complicaciones son graves. Una vez que se descarta que no hay perforación (en el esófago o estomago) la endoscopia en el estudio mas útil ya que permite la localización del objeto y en su caso la extracción del mismo. En ocasiones cuando el objeto extraño ingerido esta más allá del estómago puede dejarse progresar si no tiene filo o punta cortante y efectuar observación hasta la salida del mismo por el recto, siempre bajo un control médico y radiológico. Si el objeto mide más de 2.5 cms. debe ser retirado por endoscopia o cirugía. Si ya paso el estómago pero no avanza por una semana debe ser extraído por cirugía.
Los objetos con punta o filo más comunes como huesos de pollo o pescado, palillos de dientes, agujas y puentes dentales pueden perforar el esófago en un 35 % de los casos y ocasionan una infección muy grave del mediastino (que es una capa que recubre al esófago, pulmones y corazón). Las pilas o baterías que se ingieren deben ser extraídas siempre de preferencia por endoscopia. Lo mas importante es evitar estos accidentes, no dejando al alcance de los niños objetos que puedan ser deglutidos y si sucede debe acudir de inmediato a un hospital, no espere a ver si pasa, no use remedios caseros (ingestión de plátano, etc.) porque el riesgo de perforación y de obstrucción respiratoria es muy grave.
En el próximo articulo comentaremos sobre el tratamiento de la ingestión de cáusticos y cuerpos extraños en recto y colón.
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