En la medicina denominamos consenso cuando se reúnen un grupo de investigadores y expertos en un tema específico para elaborar guías que sirvan a los médicos mexicanos en la toma de decisiones. Se reviso el problema de la infección del estómago y duodeno por la bacteria Helicobacter Pylori. Esta bacteria se le relaciona con la gastritis, la úlcera gástrica (estómago) y la duodenal (primera y segunda porción del duodeno) y con el cáncer del estómago. La frecuencia de esta bacteria en México es en los niños del 20-40% (de 100 niños 40 tienen la bacteria presente en el estómago), de los adultos es mayor del 70%, es posible identificar la infección por el H. Pylori en el 90% de los pacientes con cáncer gástrico, entre el 85-90 % de los que tienen ulcera péptica (en estómago o en intestino delgado) y entre el 51-70 % en la llamada dispepsia funcional (“gastritis nerviosa”). Se puede transmitir por contagio directo de boca a boca u oral-fecal (ingerir heces contaminadas por la bacteria de un paciente que tiene la infección). Para tener la infección intervienen factores propios de la bacteria (cepas agresivas) o factores de huésped o persona que la contrae.
Existe evidencia epidemiológica que relaciona la infección por H. Pylori con el cáncer gástrico. La organización mundial de la salud considera la infección por el H. Pylori como carcinógeno (factor que bajo ciertas condiciones provoca cáncer). La erradicación (tratamiento) de esta bacteria disminuye el riesgo de recurrencia de la úlcera péptica (estomago y duodeno) y disminuye el riesgo de hemorragia o sangrado del estómago y duodeno.
La infección por el H. Pylori está relacionada a la anemia por deficiencia de hierro (una de las causas de anemia más frecuentes).
Debe de investigarse la infección por el H. Pylori: en pacientes con úlcera gástrica o duodenal activa. En tumores llamados linfomas tipo b, y otras causas.
Se considera la prueba mas útil para el diagnóstico de infección por H. Pylori según sea el caso la prueba rápida durante la endoscopia (introducción de una sonda con cámara de televisión en la punta), llamada prueba de la urea – ureasa y así mismo la biopsia (extracción por el endoscopio de una muestra de tejido el estómago y el duodeno) que debe de ser interpretada por un médico patólogo llamado también estudio histológico. Cuando no se efectúa el estudio endoscópico puede utilizarse una prueba llamada del aliento o del aire aspirado con urea (substancia que produce la bacteria H. Pylori) que consiste en que al paciente se le administra una substancia marcada con radioisótopos de corta duración (medicina nuclear (carbono 13 o 14)). Es importante saber que si el paciente tiene sangrado del estómago o del duodeno la prueba de la ureasa en la biopsia pues ser una falsa negativa (sale negativa sin serlo). Es un error llevar a cabo el estudio endoscópico y la biopsia si el paciente está recibiendo tratamiento con antibióticos para la bacteria H. Pylori porque los resultados serán falsos negativos.
Tratamiento: debe de erradicar la bacteria en los pacientes con ulcera gástrica o duodenal activa con o sin complicaciones, pero deben de tratarse primero las complicaciones. Cuando la biopsia informe gastritis atrófica o metaplasia intestinal. En caso de tumor gástrico (linfoma de b de la zona marginal), después de haber resecado (haber quitado una porción del estómago) por cáncer gástrico, a los familiares en primer grado de un paciente con cáncer gástrico y que presenten Helicobacter Pylori, pacientes que están tomando anti-inflamatorios en forma crónica y los que tienen anemia por deficiencia de hierro o purpura trombocitopenica (problema de la sangre).
Está contraindicado (no debe de llevarse a cabo) en el embarazo y lactancia y en algunos pacientes cardiópatas.
Existe resistencia al tratamiento habitualmente por manejos médicos inadecuados y por falta de apego al tratamiento del paciente (suspender el medicamento antes de tiempo).
Existen varios esquemas de tratamiento que debe de evaluar el médico y solo él puede decidir cuál y por cuanto tiempo, sin embargo debe de utilizarse doble dosis de omeprazoles (pantoprazol, lansoprazol, etc.) y dos antibióticos por 14 días y no menos de 14 días. En casos especiales hay otras combinaciones de antibióticos. Es obvio que el tratamiento ocasiona efectos colaterales o adversos en el paciente en un 8 al 50%, pero habitualmente son leves y solo se suspende en el 10 % de los pacientes.
Si a usted se le efectúa el diagnóstico de gastritis, o úlcera gástrica o duodenal deberá tener en cuenta que lo más probable tenga infección por H. Pylori.
No se auto medique y acuda con médico experto en diagnóstico y tratamiento de esta infección.
Más vale prevenir que lamentar.
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