lunes, 28 de mayo de 2012
Hepatopatias: insuficiencia de la función del hígado
*INSUFICIENCIA HEPÁTICA AGUDA
DR. López Bucio
Cuernavaca, Morelos.- Cuando la función del hígado se ve afectada en forma aguda o súbita, se le denomina Insuficiencia Hepática Aguda y pone en algunas ocasiones en riesgo la vida del paciente ya que produce un fracaso hepático agudo, que aunque es raro, su evolución es desfavorable, ya que además del daño al hígado se presentan alteraciones del estado de la conciencia (precoma - coma hepático), descenso rápido de los factores de la coagulación (con hemorragias en diferentes órganos), un incremento brusco y grave de unas enzimas provenientes del hígado en la sangre llamadas transaminasas, así como la aparición de coloración amarilla en la piel y en las conjuntivas de los ojos llamada ictericia y hacen que el pronóstico sea grave (Hepatitis fulminante).
Las causas más frecuentes de la insuficiencia hepática aguda son las hepatitis por virus(A, B, o C), las reacciones tóxicas a medicamentos y la ingestión frecuente de bebidas alcohólicas.
Cuando se presenta la ictericia y una o dos semanas más tarde se presenta la encefalopatía hepática, coma o precoma hepático, se conoce como forma "híper-aguda" e implica un mal pronóstico y en ocasiones la única solución es el trasplante de hígado.
Encefalopatía hepática es una alteración de la función normal del encéfalo o cerebro inducida por una alteración metabólica, que puede ser potencialmente reversible en cuadros de insuficiencia hepática aguda o crónica. No se diferencia de encefalopatías por otras causas. La causa más común de encefalopatía hepática, es consecuencia de la cirrosis hepática. Existen diferentes grados de encefalopatía hepática como es la latente, en la cual no existen datos clínicos que la siguieran, ya que el paciente esta conciente, orientado y con un discurso verbal adecuado, pero en las pruebas psicométricas y neuropsicologías se aprecia una lentitud en las funciones psicomotrices (funciones intelectuales y motoras o musculares).
La encefalopatía hepática, manifiesta que tiene 4 grados, el paciente presenta alteraciones del sueño, alteraciones del estado de la conciencia y trastornos motores finos o asterixis (que el temblor fino que se presenta en los dedos de la mano al poner estirados los brazos al frente, en forma de aleteo de un ave). Después se afecta la memoria y la orientación en el tiempo y en el espacio, la ataxia o dificultad para caminar, alucinaciones y delirios y finalmente una pérdida profunda de la conciencia con ausencia de respuesta a los estímulos dolorosos.
Son numerosos los factores que pueden desencadenar o potenciar una encefalopatía hepática y es frecuente que se presenten varios al mismo tiempo, como son un aumento del amoniaco en el cerebro por estados de deshidratación, hemorragia en cualquier órgano, pero habitualmente en el estomago e intestino grueso, cuando por una dieta inadecuada en cantidades de proteínas, sangrado, alteraciones de los electrolitos (sodio, potasio y cloro) en la sangre, e infección, se incrementa la producción por el cuerpo de amoniaco (que provoca daño cerebral), medicamentos, o cuando se realiza una derivación de la sangre de la vena porta llamada derivación porto-sistémica intrahepatica transyugular o tips, que es un método por el cual al derivar la sangre, se evita el sangrado por una varices que se desarrollan en el esófago del paciente con Hipertensión portal.
El diagnóstico de la encefalopatía hepática, se establece con el interrogatorio y la exploración física, así como exámenes de laboratorio (pruebas de función hepática etc.) y de gabinete como seria, la tomografía computada helicoidal (cerebral) y la resonancia magnética, así como los electrofisiológicos.
Cuando a un paciente se le detecta que cursa con una encefalopatía hepática latente, debe de iniciarse el tratamiento precoz para la misma y debe de tenerse en cuenta que las limitaciones motoras constituyen un riesgo laboral en los trabajos manuales y en la conducción de vehículos o maquinaría pesada, ya que se retrasa el tiempo de respuesta motora así como la percepción inexacta de los símbolos geométricos, que pueden condicionar accidentes muy graves y por lo tanto, deben de ser incapacitados o ser reubicados en su trabajo.
El tratamiento de la en alopatía hepática depende de la gravedad, pero en la fulminante hay adoptar medidas intensivas y en la latente, medidas preventivas para evitar la progresión hacia la gravedad.
Las medidas generales son en caso de hemorragia, detenerla con los diferentes métodos endoscópicos terapéuticos como son la aplicación de ligaduras en las varices del esófago, la escleroterapia, el uso del láser etc., compensar la anemia (que es la baja de la hemoglobina) con soluciones por la vena, pero sobretodo con la aplicación de sangre hasta lograr estabilizar la presión sanguínea, así como corregir los electrolitos o sales de la sangre (sodio, potasio y cloro), si el paciente estaba recibiendo diuréticos (medicamentos para forzar la diuresis, utilizar antibióticos de ser necesario, ayuno etc.), así como el llamado tratamiento anti coma hepático, como son lavados intestinales, laxantes etc.
Lo más importante como siempre es la prevención:
1.-No ingerir o hacerlo racionalmente, bebidas alcohólicas
2.-Vacunarse contra la Hepatitis A y B.
3.-No tener prácticas sexuales de alto riesgo de infeccion viral.
4.-Evitar contacto con pacientes con Hepatitis en fase infectante.
5.-Acudir con su médico ante cualquier duda.
Recuerde más vale prevenir que remediar.
Lo invitamos a que vea y escuche el programa médico conducido por el Dr. J. L. LOPEZ-BUCIO.
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Veracruz 5, Col. Las Palmas, Cuernavaca, Mor.
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